El domingo a la mañana la presidenta de la comunidad se presentó a las puertas del gazte lokala insultándonos. Sin ningún indicio de dejarnos hablar juró y perjuró que iba a hacer todo lo posible por echarnos de allí. Seguidamente (recriminándonos el no haber podido comer por estar hablando con sus contactos tanto en la policía como en los juzgados) apareció con una carpeta llena de distintos informes que usó para evitar la reapertura por los propietarios de la antigua discoteca. Según ella iba directamente a la ertzaintza a “hacernos la vida imposible”. Al volver en su flamante BMW nos dijo que su denuncia ya estaba puesta y que también el día anterior los dueños habían puesto la suya. Con semejante panorama con la orden de desalojo en curso (nos dijeron que esa misma noche o el lunes a la mañana nos desalojarían) y las dos denuncias decidimos en asamblea el ser mejor persona que ellos y desalojar pacíficamente la discoteca. Se decidió montar un pequeño altar dando las gracias a todo aquel que nos defendió, ayudó y puso su grano de arena a nuestro sueño. Milesker benetan. Hoy martes, ha aparecido el dueño con 8 obreros y su respectiva patrulla de la ertzaintza para tapiar la entrada, después de que ayer apareciera cual ladrón y reventara los candados con unas cizallas enormes (aparte de destrozar nuestro altar).
Ahora mismo andamos preparando la campaña contra el desalojo, atentos a las movilizaciones y diferentes convocatorias.