Deia, Gasteiz * E.H
Gasteiz rindió ayer tributo a las 94 mujeres asesinadas en Euskal Herria durante la dictadura franquista. De ellas, diez eran alavesas. Su delito: ser abertzales, republicanas, libertarias, socialistas o comunistas. Además resultaron viudas, huérfanas, asesinadas, presas, torturadas y perseguidas por la represión franquista.
Una familia que permanecía unida. Eran parte de una multitud reunida en la plaza 3 de marzo de Gasteiz con motivo de la llegada del Autobús de las estrellas de la memoria histórica. Escuchaban las denuncias de familiares de casos terribles, el sonido de la txalaparta, bertsos... No dudaron en pegar una estrella al autocar de la película Izarren Argia. Los seis son parientes de un símbolo de "lucha, dignidad y resistencia", la anarquista Columba Fernández. "La historia de esta víctima sirve de ejemplo para resumir la injusticia y crueldad a la que fueron sometidas cientos de mujeres", aplaudieron desde la plataforma Lau Haizetara Gogoan y Martxoak 3.
La hija de Columba, Maruja Ruiz, agradeció el amparo recibido. "¡Ya era hora! Pero faltan los restos de mi madre y no queremos los de Lola Flores", sorprendió y fue más allá:"Queremos ir a ver el lunes -por hoy- la película Izarren Argia y me han dicho que se llora. Pero yo no he llorado nunca. ¡Nunca! Los de Franco no se merecen que yo llore, conmigo no lo han conseguido".
¿Pero quién fue Columba Fernández? Nació en San Vicente de la Sonsierra (La Rioja). Desde muy joven vivió en la calle Pintorería de Gasteiz. Fue detenida en la capital alavesa el 31 de julio de 1936. Tenía 38 años. Aquel día Columba, de la CNT, se encontraba en la entrada del "pequeño Saturraran gasteiztarra" ubicado en la calle La Paz, para visitar a sus allegados. Según la versión ofrecida por los centinelas a su superior, una de las mujeres se dirigió a los soldados que vigilaban el acceso con la frase "con vino y tabaco os están engañando". Por esa razón procedieron a detener a una de las mujeres del grupo de visitantes. En los interrogatorios posteriores la mujer arrestada alegó que ella no había abierto la boca, y en su declaración acabó señalando a Fernández como la autora de la frase. Columba fue apresada al día siguiente por "insultos a la autoridad". Mes y medio después, el 17 de septiembre, fue sacada de la cárcel supuestamente para ser llevada a su nuevo destino, la cárcel de Laguardia. Sin embargo, como tantos otros casos, Columba fue asesinada en el trayecto por el escuadrón de la muerte que le trasladaba, tras lo cual fue enterrada en alguna cuneta de manera clandestina. Pudo ser en las Conchas de Haro, pero su cuerpo nunca ha aparecido.