Cerca de un millar de personas participó ayer a la tarde en la manifestación que recorrió el centro de Gasteiz en contra del TAV y del juicio que el próximo miércoles se va a celebrar contra las seis personas detenidas el 17 de enero de 2099 en Urbina, en otra movilización contra lo que consideran un «irracional megaproyecto».
La marcha partió pasadas las 18.00 de la Plaza Bilbao, encabezada con una pancarta con el lema ``Urbina berraskuratu, AHT Stop! Epaiketarik ez!'', tras la que se situaron varios cientos de personas que no dejaron de corear consignas contra el TAV hasta alcanzar la Plaza de la Virgen Blanca. En la misma se pudo ver a Aitor Bezares, de la izquierda abertzale, y a Andrés Landa, de Aralar.La manifestación supuso una respuesta más, apuntaron desde AHT Gelditu! Elkarlana, a la «clara criminalización de protestas pacíficas, justificadas y argumentadas contra el TAV». Además de insistir en su oposición a la alta velocidad ferroviaria, los manifestantes incidieron en el «derroche de recursos económicos» que supone el proyecto en esta época de crisis.
«Agresión al territorio»
Asimismo, en un comunicado, los convocantes remarcaron que el TAV «simboliza la agresión al territorio, la destrucción de parajes medioambientales y la imposición de un proyecto ajeno a los intereses de la mayoría social de Euskal Herria.
Por todo ello, pidieron el archivo de la causa que se sigue en la Audiencia Provincial de Araba «por desórdenes públicos» y «atentado a la autoridad». También exigieron el fin de las obras y que los gobiernos de Lakua e Iruñea no inviertan un solo euro del presupuesto para el año que viene en la construcción del TAV.
Por la mañana, una marcha a pie recorrió la distancia que separa Urbina de la capital alavesa para oponerse a esta infraestructura y en solidaridad con los juzgados. Más tarde, hubo una comida popular.La marcha partió pasadas las 18.00 de la Plaza Bilbao, encabezada con una pancarta con el lema ``Urbina berraskuratu, AHT Stop! Epaiketarik ez!'', tras la que se situaron varios cientos de personas que no dejaron de corear consignas contra el TAV hasta alcanzar la Plaza de la Virgen Blanca. En la misma se pudo ver a Aitor Bezares, de la izquierda abertzale, y a Andrés Landa, de Aralar.
La manifestación supuso una respuesta más, apuntaron desde AHT Gelditu! Elkarlana, a la «clara criminalización de protestas pacíficas, justificadas y argumentadas contra el TAV». Además de insistir en su oposición a la alta velocidad ferroviaria, los manifestantes incidieron en el «derroche de recursos económicos» que supone el proyecto en esta época de crisis.
«Agresión al territorio»
Asimismo, en un comunicado, los convocantes remarcaron que el TAV «simboliza la agresión al territorio, la destrucción de parajes medioambientales y la imposición de un proyecto ajeno a los intereses de la mayoría social de Euskal Herria.Por todo ello, pidieron el archivo de la causa que se sigue en la Audiencia Provincial de Araba «por desórdenes públicos» y «atentado a la autoridad». También exigieron el fin de las obras y que los gobiernos de Lakua e Iruñea no inviertan un solo euro del presupuesto para el año que viene en la construcción del TAV.
Por la mañana, una marcha a pie recorrió la distancia que separa Urbina de la capital alavesa para oponerse a esta infraestructura y en solidaridad con los juzgados. Más tarde, hubo una comida popular.
La marcha partió pasadas las 18.00 de la Plaza Bilbao, encabezada con una pancarta con el lema ``Urbina berraskuratu, AHT Stop! Epaiketarik ez!'', tras la que se situaron varios cientos de personas que no dejaron de corear consignas contra el TAV hasta alcanzar la Plaza de la Virgen Blanca. En la misma se pudo ver a Aitor Bezares, de la izquierda abertzale, y a Andrés Landa, de Aralar.
La manifestación supuso una respuesta más, apuntaron desde AHT Gelditu! Elkarlana, a la «clara criminalización de protestas pacíficas, justificadas y argumentadas contra el TAV». Además de insistir en su oposición a la alta velocidad ferroviaria, los manifestantes incidieron en el «derroche de recursos económicos» que supone el proyecto en esta época de crisis.
«Agresión al territorio»
Asimismo, en un comunicado, los convocantes remarcaron que el TAV «simboliza la agresión al territorio, la destrucción de parajes medioambientales y la imposición de un proyecto ajeno a los intereses de la mayoría social de Euskal Herria.Por todo ello, pidieron el archivo de la causa que se sigue en la Audiencia Provincial de Araba «por desórdenes públicos» y «atentado a la autoridad». También exigieron el fin de las obras y que los gobiernos de Lakua e Iruñea no inviertan un solo euro del presupuesto para el año que viene en la construcción del TAV.
Por la mañana, una marcha a pie recorrió la distancia que separa Urbina de la capital alavesa para oponerse a esta infraestructura y en solidaridad con los juzgados. Más tarde, hubo una comida popular.