Los inmigrantes de Vitoria y Álava sienten que el dedo del poder les responsabiliza de los males del sistema: fraudes masivos, empadronamientos ficticios, abusos de las ayudas sociales... Da igual que el alcalde gasteiztarra insista en que las políticas de recortes implantadas en el Ayuntamiento y en el Gobierno Vasco valen lo mismo para el que viene de Muskiz que para un senegalés. De fondo hay un discurso que, según dicen, les criminaliza y les coloca en una situación de indefensión. Por eso, han decidido alzar la voz y sacarla a la calle "cuanto antes" en una gran manifestación que seguramente se celebrará este mismo mes. El acto fue acordado el sábado durante la asamblea organizada en Dendaraba por SOS Racismo y colectivos de extranjeros de la ciudad.
Ahora sólo queda por decidir el día y la hora. Eso sí, si acuden a la marcha al menos las mismas personas que asistieron a la reunión del sábado, la iniciativa se hará notar. Más de 250 personas llenaron el salón de actos del edificio, todas ellas inmigrantes y afectadas por los recortes sociales que están aplicando las administraciones vascas. El malestar se palpaba a flor de piel. Sobre todo, por considerar que se les responsabiliza de los fallos del sistema. "Hemos venido, hemos trabajado, nos han explotado como a cualquiera y cuando hemos tenido que pedir las ayudas nos han tratado de aprovechados", censuraron varios participantes. No obstante, están dispuestos a hacer todo lo posible para arrancarse esa etiqueta. "Es un sambenito injusto, pero el poder siempre ataca al débil", lamentó el portavoz de SOS Racismo, Fede García.
Perjuicio moral aparte, los participantes en la asamblea también abordaron los problemas que les están ocasionando las nuevas políticas sociales. Por ejemplo, el cambio radical de Osakidetza en la resolución y concesión de las tarjetas sanitarias. "Se han limitado cuando no impedido su gestión, por lo que en la sala de espera de SOS Racismo tenemos ya acumuladas 600 solicitudes; entre ellas, de menores, jóvenes embarazas de ocho meses...", explicó García.
Este punto de la reunión generó un gran debate, aunque la polémica fue aún mayor al debatir sobre las reclamaciones de supuestas percepciones indebidas del subsidio de desempleo y de devolución de subsidios correspondientes a las ayudas sociales. Según explicó García, "hay casos de petición de devoluciones de 8.000 euros a familias cuyos ingresos son nulos o de supervivencia. ¿Habrá que responder ante la administración con medidas de dación de pago? Pudiera ser, dada la imposibilidad material y humana de abonar esa cantidad".
El panorama invita al colectivo de inmigrantes a defenderse. Por eso, este sábado acordó mantener el formato de las asambleas para seguir adoptando decisiones y, al mismo tiempo, mostró su apoyo a la Plataforma contra la Exclusión Social de Vitoria -formada por distintas asociaciones sociales y sindicales, entre ellas la propia SOS Racismo-. Si dicha plataforma quiere participar en la marcha, será bienvenida. Como decía una pancarta en la reunión del pasado sábado, "juntos podemos".