
En concreto, uno de los implicados se enfrenta a una multa por desobediencia; cuatro, a penas de prisión por desórdenes; y el último, se defenderá de la acusación de "atentado contra la autoridad", delito que el Código Penal español castiga con hasta cuatro años de cárcel.
Antes de comenzar la vista, han declarado que resulta "paradójico que los agresores sean los denunciantes y los agredidos se sienten en el banquillo de los acusados".
Frente al Audiencia de Araba medio centenar de personas se concentra para mostrar su solidaridad a los procesados. Han exigido que la causa se archive y "si hay que juzgar a alguien, en todo caso tendrían que ser las personas que están impulsando esta obra".