Al espectáculo dantesco ofrecido por las pintadas insultantes de cariz neonazi aparecidas en Zaramaga hay que sumar ahora nuevos episodios similares en otras zonas de Vitoria. En concreto, la ermita de San Juan, corazón del espíritu foral alavés, presenta estos días una imagen impropia de su rango. No en vano, sobre la fachada blanca de uno de los laterales del templo juradero han aparecido una serie de símbolos de índole fascista y frases significativas que dan fe de la ideología del autor o autores de tales improperios. "Heil Hitler -traducido como Viva Hitler-", "Sieg Heil -frase en alemán que se podría traducir como Salve la victoria-" y las ya conocidas esvástica, cruz celta y el código 14/88 vuelven a conformar un conjunto pictórico de idénticas connotaciones al aparecido durante el pasado fin de semana en la fachada de la lonja en la que se proyecta una mezquita en la calle Martín Olave del gasteiztarra barrio de Zaramaga.
En aquel episodio, el local, muy cuestionado por el vecindario y por una asociación de residentes afín al PP desde que se conoció su futuro como recinto de rezo de la comunidad paquistaní, apareció totalmente decorado. El lugar amaneció el sábado con pintadas peyorativas hacia el colectivo musulmán y hacia su religión, con frases contundentes y la misma simbología que ha aparecido ahora en la ermita del parque de Arriaga. La bajera en cuestión, foco de al menos otro ataque -uno o varios individuos arremetieron contra ella salpicándola de sangre y restos de cerdo, animal impuro para el Islam-, amaneció con esvásticas, cruces celtas (podrían ser dianas), el ya citado código 14/88. Éste sirve para identificar a los grupúsculos neonazis, que lo utilizan a modo de lenguaje secreto. El dígito 14 haría referencia a las llamadas 14 palabras que resumen el ideario de la supremacia aria: "Debemos asegurar la existencia de nuestra raza y un futuro para los niños arios". El 88, por su parte, se entendería como el octavo lugar que ocupa la letra h en el alfabeto. Por lo tanto, hh vendría a ser lo mismo que heil Hitler.
Tales consideraciones y otros episodios como los surgidos en 2007 contra la Casa de las Américas -que vivió un episodio idéntico, hasta en la literalidad de las pintadas- hacen pensar que los autores de esta ola de ataques neonazis no tienen nada que ver con los vecinos de Zaramaga que han protagonizado varias manifestaciones contra la construcción de la citada mezquita. Por ello, las sospechas se centrarían en grupúsculos neonazis que han vuelto a salir a la luz gracias al ruido mediático relacionado con el templo musulmán. Su irrupción habría que entenderla como un intento por capitalizar los descontentos.
