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Una manifestación en Gasteiz denunció ayer la detención de quince jóvenes a raíz de la ocupación de un edificio en el barrio de Zaramaga. Todos fueron puestos en libertad, acusados de «desobediencia grave».
GARA | GASTEIZ
Con la plaza del 3 de Marzo como punto de partida, alrededor de doscientas personas se manifestaron ayer en la capital alavesa para denunciar la detención por parte de la Ertzaintza, el miércoles por la tarde, de quince jóvenes tras el desalojo del edificio que ocuparon en el barrio de Zaramaga. Todos ellos quedaron en libertad tras siete horas en comisaria, donde recibieron un trato «correcto», según indicaron a este diario. A los jóvenes se les acusa de «desobediencia grave» y ahora quedan a la espera de la citación judicial. Los quince imputados aseguran que se sienten «tranquilos» ante el proceso judicial.
La marcha, que finalizó ante el gaztetxe de Zaramaga, transcurrió con total normalidad. No fue el único acto que se desarrolló ayer, ya que por la mañana miembros de Zaramagako Gazte Asanblada realizaron una comparecencia para ofrecer su punto de vista sobre lo ocurrido el día anterior y dar a conocer los objetivos que persiguen con la ocupación.
La asamblea de jóvenes denunciaron la actitud de la institución foral, así como la de los agentes de la Ertzaintza. Explicaron que su intención es «crear un espacio por y para el barrio, libre y participativo, dando uso a los locales vacíos». Consideran que «ante estas intenciones han quedado claros los obstáculos de las instituciones, usando como única herramienta la violencia para detener toda nuestra actividad».
«¿Cómo es posible que por la mañana (en referencia al miércoles) la Diputación estuviera dispuesta a reunirse con nosotros y a pocas horas nos golpeen y detengan violentamente?», se preguntaron.
También se quejaron de la desinformación, precisando que un agente resultó herido al intentar acceder al edificio y no como consecuencia de las agresiones que sufrió, según señalaron algunos medios.
Siguiendo el relato de los jóvenes, el día del desalojo un representante de la Diputación apareció escoltado de varios agentes. Tras invitarles a abandonar el local mediante una orden oficial, los jóvenes se negaron a firmarla. «Una hora más tarde, el barrio se llenó de ertzainas, quedando dentro quince jóvenes y fuera otros treinta. Directamente cortaron toda la calle y procedieron a identificarles», recordaron.
Tras identificarlos, los llevaron esposados a dependencias de Lakua, mientras la Ertzaintza cargó contra la gente que se acercó a mostrar su apoyo, causando varios heridos.
La marcha, que finalizó ante el gaztetxe de Zaramaga, transcurrió con total normalidad. No fue el único acto que se desarrolló ayer, ya que por la mañana miembros de Zaramagako Gazte Asanblada realizaron una comparecencia para ofrecer su punto de vista sobre lo ocurrido el día anterior y dar a conocer los objetivos que persiguen con la ocupación.
«Dar vida al barrio»
El edificio ocupado el marte es propiedad de la Diputación de Araba y en su día albergó la Escuela de Artes y Oficios, pero estaba en desuso y abandonado desde hacía quince años.La asamblea de jóvenes denunciaron la actitud de la institución foral, así como la de los agentes de la Ertzaintza. Explicaron que su intención es «crear un espacio por y para el barrio, libre y participativo, dando uso a los locales vacíos». Consideran que «ante estas intenciones han quedado claros los obstáculos de las instituciones, usando como única herramienta la violencia para detener toda nuestra actividad».
«¿Cómo es posible que por la mañana (en referencia al miércoles) la Diputación estuviera dispuesta a reunirse con nosotros y a pocas horas nos golpeen y detengan violentamente?», se preguntaron.
También se quejaron de la desinformación, precisando que un agente resultó herido al intentar acceder al edificio y no como consecuencia de las agresiones que sufrió, según señalaron algunos medios.
Siguiendo el relato de los jóvenes, el día del desalojo un representante de la Diputación apareció escoltado de varios agentes. Tras invitarles a abandonar el local mediante una orden oficial, los jóvenes se negaron a firmarla. «Una hora más tarde, el barrio se llenó de ertzainas, quedando dentro quince jóvenes y fuera otros treinta. Directamente cortaron toda la calle y procedieron a identificarles», recordaron.
Tras identificarlos, los llevaron esposados a dependencias de Lakua, mientras la Ertzaintza cargó contra la gente que se acercó a mostrar su apoyo, causando varios heridos.