El pasado 1 de Julio decenas de musulmanes y vitorianos salieron a la calle para defender la construcción de una mezquita en el barrio de Zaramaga. La de ayer fue la primera vez que la comunidad se organiza y se manifiesta para denunciar lo que considera una vulneración de sus derechos y de la "libertad religiosa", y asegura que así lo seguirá haciendo cada viernes mientras haya vecinos que se opongan a la creación del templo.
"Si ellos salen nosotros también lo haremos". Mohsine Loussaoui, uno de los participantes en la concentración celebrada en la Plaza Nueva, se refería así a las movilizaciones que ha iniciado un grupo de vecinos de Zaramaga contrario a que el Ayuntamiento conceda la licencia de apertura. Si bien reconoce que las protestas no representan a la mayoría del vecindario, asegura que lucharán cada semana "contra el racismo y el rechazo".
La convocatoria de ayer estuvo auspiciada por SOS Racismo, justo un día después de que se conociera el informe anual de esta organización, que aprecia un aumento de hostilidad hacia las personas inmigrantes. Su portavoz, Fede García, se dirigió al Ayuntamiento de Vitoria para reprocharle que ante este conflicto esté guardando silencio. "Si hay libertad religiosa, la hay con todas las consecuencias. El Ayuntamiento tiene que sentarse a escuchar", añadió.
Por su parte, Ahmed Zannouti, que tras la concentración leyó un comunicado, recordó que si actualmente existen ocho lonjas en Vitoria donde los musulmanes se reúnen para el rezo es porque no tienen "otra opción". En este sentido, expresó su deseo de que Vitoria acoja una gran mezquita que permita congregar a todas las personas que integran esta comunidad.
En cualquier caso, señaló que las mezquitas no deben ser "motivo de peleas ni de miedos", en referencia a las pancartas que han mostrado estos días algunos vecinos atemorizados, en las que se podía leer "mucho miedo a los musulmanes". De hecho, abordó por abrir sus puertas al resto de la ciudadanía para que conozca lo que se hace en su interior. "Son simplemente un lugar de oración y un lugar donde se nos prepara para convivir", añadió Zannouti.
El portavoz de los musulmanes que viven en Álava apeló igualmente el origen de muchos ciudadanos alaveses que llegaron de Extremadura, Andalucía o Castilla y León. "Ellos ya vivieron lo que nos está tocando vivir ahora a nosotros, pero al menos pudieron rezar y beneficiarse de la comunidad cristiana". Por ello, concluyó diciendo: "esperamos que Vitoria siga siendo la ciudad abierta y tolerante que ha sido siempre".