Diario noticias de alava
Las tres capitales vascas se sumaron ayer a las manifestaciones que están recorriendo el Estado para reclamar el derecho a la vivienda, la dación en pago con efectos retroactivos, el impulso a los alquileres sociales y el fin de los desahucios. En Bilbao, medio centenar de personas se concentraron al mediodía frente a la sede de Kutxabank en la capital vizcaína para criticar que "continúan echando a la gente de sus casas". La concentración estaba encabezada por el fuera miembro de la mesa nacional de HB, Tasio Erkizia. Los reunidos mostraron dos pancartas en las que se podía leer"Bankeroak, lapurrak eta kriminalak (Banqueros, ladrones y criminales) y Ni un desahucio más. Banca asesina).
A esa misma hora, varios centenares de personas recorrieron el centro de Donostia bajo el lema Por una vivienda digna, en la primera de las dos manifestaciones que se celebraron ayer en Euskadi -a lo largo de la tarde hubo otra protesta en Bilbao-. En Vitoria decenas de ciudadanos se concentraron en la céntrica plaza de la Virgen Blanca con las mismas reivindicaciones.
Durante algo más de 30 minutos, el colectivo concentrado en Bilbao por la mañana ocupó simbólicamente la sede de la entidad vasca en esta ciudad, situada en la confluencia de Don Diego López de Aro y la calle Diputación. Allí, la plataforma se mostró convencida de la necesidad de "activar la protesta y la presión social. Salir a la calle para exigir que no jueguen con nuestro dinero". También se recordó a las personas que fallecidas en los últimos meses. Las protestas se repitieron por todo el Estado. En Madrid, los políticos socialistas Juan Fernando López Aguilar y Beatriz Talegón fueron abucheados y zarandeados por algunos participantes en la manifestación, por lo que fueron escoltados por la Policía y se vieron obligados a abandonar la marcha. El eurodiputado López Aguilar, exministro de Justicia, y la secretaria general de la Unión Internacional de Juventudes Socialistas, Beatriz Talegón, eran únicos cargos políticos presentes en la marcha, en la que participaron unas 5.000 personas.