miércoles, 13 de junio de 2012

Los mineros siguen en lucha en Asturias



En los primeros presupuestos del gobierno del conservador Mariano Rajoy, quien asumió el poder el pasado diciembre, se aprobó un durísimo recorte al sector minero, con una reducción de 64 por ciento, lo que supondrá –según los trabajadores– la muerte de una actividad de la dependen centenares de familias y pueblos enteros de la cuenca minera de Asturias, León y Aragón. Su reivindicación es una e inflexible: que el gobierno aumente la partida presupuestaria, de lo contrario continuará la huelga general, el cierre de carreteras y el enfrentamiento, en ocasiones violento, entre policías y trabajadores.
En la tensa jornada de hoy se produjeron escenas de guerra larvada entre mineros y agentes antidisturbios, los primeros encaramados en una serranía de Campomanes, desde donde lanzaban cohetes pirotécnicos, con la cara tapada con pasamontañas y fuertemente protegidos para repeler las pelotas de goma y los gases lacrimógenos que les lanzaban los policías españoles desde la carretera. El objetivo de los mineros era evitar que los agentes abrieran de nuevo al tránsito la principal carretera de Asturias, la que comunica Madrid con el Principado, después de que los mineros cruzaron un camión y colocaron piedras y llantas ardiendo.
La policía informó del cierre de seis carreteras secundarias más y de varias calles de pueblos y ciudades asturianas, así como la alteración en el curso normal de la línea férrea entre Asturias y Madrid.


Maximino Sánchez, sindicalista y minero de varias generaciones, explicó que cualquier mortal tiene que darse cuenta de que algo raro hay. Me pregunto si el condicionante es realmente económico o hay detrás otras cosas en la negativa del gobierno a negociar con el sector, en una actitud que calificó deidéntica a la de Margaret Thatcher, que resolvió el problema por la vía del agotamiento.
Pero los mineros también llevaron sus protestas ante las sedes del PP, la formación que gobierna en el país y a la que responsabilizan, por su mayoría absoluta, de condenar a muerte una actividad histórica y vital para numerosos pueblos de Asturias. Por eso realizaron pintas, echaron huevo y harina y hasta depositaron un saco de carbón en las sedes de la formación política en Oviedo y las localidades de Mieres, Laviana, Siero y Aller. El secretario general del PP de Mieres, Luis Miguel Fernández Berandón, señaló que con estos ataques nuevamente la sede del partido es blanco de las iras de aquellos que con este tipo de actos restan valor a sus reclamaciones.
Los líderes sindicales de la minería asturiana mantienen las peticiones al gobierno; de lo contrario la huelga indefinida se prolongará mientras no proponga un aumento de las partidas para el sector en los presupuestos de este año, porque, a su juicio, de nada sirve reabrir negociaciones sin propuestas económicas. García advirtió que el conflicto va a durar y se va a ir incrementando dependiendo de lo que el gobierno decida hacer.